martes, agosto 29, 2006

= Miarte en el Blogger I =


El soundtrack de tu vida fue: The Sunshine Underground - Commercial Breakdown (Raise the Alarm, 2006).

Querido diario:

Esta es la primera de dos partes de un muestrario de fotos que he sacado en mi fiel cámara Cybershot DSC- S75 de petatiux y algunas otras en mi flamante Sony Ericsson W600i de poder (adquirido a precio espectacular por enpiojamiento), en el trascurso de la existencia de este blog; todas fueron tomadas con el propósito de colocarlas en algún post pero que no cuajaron como tal.

Espero sean de su agrado -si no, pues quién les preguntó, gachos, prrrrrt -.

Comenzamos con el tema de moda: Cirilo, el pequeño dictador de la Ogrero Bubular, cuya participación en este espacio es una respuesta directa y contundente a las extensas solicitudes que han llegado a mi cuenta de correo electrónico (por cierto, ya párenle, ¿que creen que vivo de tomarle fotos al pinche gato?).

La colección se titula: Poderoso Cirilo.

Asi que, como decía el buen Ponce de León: atásquense, que hay lodo.



In the morning. Posted by Picasa


No debemos despertar .Posted by Picasa


Aura. Posted by Picasa


¡A huevo! Posted by Picasa


Máscara sagrada. Posted by Picasa


Nightpoker. Posted by Picasa


El tigre en la casa. Posted by Picasa


Amordidas. Posted by Picasa


Mandrágora. Posted by Picasa


Huevos con tocino y café. Posted by Picasa


Tragedia, muerte, destrucción. Posted by Picasa


We'll become silhouettes when our bodies finally go. Posted by Picasa


Para los que llegaron a la hora del post interruptus, sépanse que el pan estaba bueno y las quecas, no se digan.

Buenas nuevas en la víspera del Informe de la Discordia.


salebyecuídense.


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Atte.

El Hijo de Nadie

sábado, agosto 12, 2006

= Coma Desechable =


El soundtrack de tu vida fue: Phoenix - If I Ever Feel Better (United, 2001).



Querido diario:

Deja te quito la pelusa de tus encabezados, involuntariamente te he descuidado, pobrecito cocodrilo.

A menudo he escuchado de boca de los no conocedores que los bloggeros somos gente fofa, socialmente inepta, que encuentran en un weblog los medios para expresarse sin las consecuencias e inconveniencias del roce comunal, que disponen de todo el tiempo del mundo para ingeniarse cosas, que se vuelven compulsivos recolectores de cosas-situaciones-imágenes cual ridículos infantes gringos que les toca llevar a la clase algo y exponerlo, tambipen dicen que nos huele la boca -también la Roja tiene una teoría muy interesante sobre los bloggers, pero eso es material para otro post-, entre otras cosas.

Obviamente, esta persona se quedó con la naríz chata y el tlacoyo en la boca, pero dentro de su diatriba tenía en su boca algo más que zurrazón: tantita razón, para variarle.

Mij capacidad bloggera se mide proporcionalmente a las actividades de la vida de nadie que requieran de largas horas frente a la PC, y estas semanas no ha sido el caso.

Asi pues, nos inyectamos una ampolleta virtual de Bedoyecta y hacemos un breve recuento sobre lo que me distrajo de mis obligaciones para con la amable audiencia.


Primero, tratamos de sacarle fotos al berrinche masivo que por el momento atiborra las calles de Reforma. Rápido me arrepentí de mis intenciones: el rencor se respira en el aire, se escuchan consignas separatistas y encajadas en la ensoñación y el sospechosismo me privó de algunas tomas.

Y como el asunto sabe pasadito y promete agriarse más, lo dejo por la paz antes de siquiera comenzar, y mejor les traigo lo menos trasgresor que encontré:



De niño soñaba que todos los días hubiese feria. Espero que las creaturas de los inconformes y curiosos disfruten de mi secreto deseo y que no se convierta en cadena de amargura.

Lucyfer siguió con su eterna campaña "Quiero vivirmivida-a-los-50-y-de-paso-te-
embarro-porque-te-veo-amolado" (gracias, madre), e intentó arrastrarme a la vela de Santo Domingo de Guzmán que se celebra en su rancho. Gracias a la rápida y asertiva asesoría de la Poquianchis del Espacio, logramos enjaretarle a su mamá, doña Lorena (que en realidad se llama Mercedes, no me pregunten porqué, todavía no entiendo bien este detalle) del brazo de mi madre.

Para tal efecto fui a dejarlas a la Central Norte, de donde salió su bus hacia los tamales de chipilli y la cocina fritanga del lugar.

De regreso me vine por la línea amarilla del metro, que está gachita pero funcional:


Nuevamente encontramos el afán de los proyectos sexenales por abonar cultura en el pueblo, aqui el pasaje ecoinformativo de la Raza:




Las lluvias, la contaminación social y urbana minó mis defensas y agarré un virus en la calle que me tumbó dos días. En el tiempo que tuve entre tos, flemas, fiebre y otros padecimientos, llegué a la conclusión de que los seres humanos, como organismos somos una verdadera porquería: orinamos, defecamos, nos pedorreamos, escurrimos en tantas maneras diferentes y olemos del carajo. Las cucarachas se me figuraban sanas en comparación con nosotros.

Para sopesar mi colapso otorrinolaringológico, el buen Beck me trajo sorpresotas:



Todos necesitamos un Kit Vodoo, por lo que se pudiera ofrecer. Beck me lo dió con la condición de que sólo lo usara para hacer el bien, yo le dí mi palabra de Boy Scout.

Ñaca.

Para empeorar mi lastimera situación, mi poderosa Pc también se colapsó: diversos sistemas de enfriamiento se tronaron y tuve que meterle mano.

Tip de la redacción: cuando esté dasndo soporte a su computadora nunca, nunca, nunca, nunca, NUNCA deje al alcance de un felino las piezas, especialmente si tiene cables de colores, las consecuencias pueden resultar devastadoras para su equipo de cómputo:


Gracias al pinche Cirilo, tuve que salir un día antes de componerme, chutarme más smog y más plantones para llegar la Plaza de la Computación por los repuestos.

El único consuelo esque enchulé el gabinete, ahora parece Chevy con luces neones en el eje:


También agarré la cámara y me puse a experimentar con los efectos, aqui tenemos una muestra de la colección Poderoso Cirilo que próximamente engalanará este blog.


Las desgracias nunca vienen solitas, siempre viajan en hordas: de tanto planchar se me descompuso mi Tefal antes de una cita. Por la premura de la situación, decidí llevarla al servicio de reparación más efectivo y rápido que conozco: Casa León, que se ubica junto al mítico establecimiento Estética Ella y El.


Satisfacción garantizada, le incluye anécdotas de valor y pasón del técnico, que enfrentó la dificil responsabilidad de conducir su negocio durante el halconazo.


Y ya, próximamente las sagas de costumbre y uno que otro relajito.

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Atte


El Hijo de Nadie